Cómo es vivir sin orientación sexual

"Cuando me declaro incapaz de definir mi tendencia sexual, las personas insisten en que me etiquete. Si no lo hago, me etiquetan ellos".

Para entender esa frase y todo lo que comporta, es necesario primero que definamos "orientación sexual". Parece algo basiquísimo, pero, EN SERIO, os sorprendería la cantidad de personas que confunden "orientación sexual" con "género", "sexualidad", "preferencia sexual", etcétera. Así que no está de más saber que: la orientación sexual, tendencia sexual o inclinación sexual se refiere a un patrón de atracción sexual, erótica, emocional o amorosa hacia un determinado grupo de personas definidas por su sexo.

A ver, a ver, no se me pierdan. Lo primero que se dice es que la orientación sexual es un "patrón", y los patrones se basan en la repetición. Esto es, nos identificamos con una u otra tendencia por acciones cometidas en el pasado y predicciones de futuro en base a este pasado. Es decir que si yo, una mujer, me he acostado toda la vida con tías y sólo con tías (y me siento cómoda y segura haciéndolo) y en mi futuro sólo me veo como hasta ahora, enamorándome y teniendo sexo sólo con mujeres, voy a declararme sin duda como lesbiana. Pero pueden darse decenas de variantes en mi patrón, y ahí es donde vienen los problemas. Por ejemplo, ¿qué pasaría si sólo me hubiera acostado con mujeres, pero de repente me enamoro locamente de un hombre? ¿O que sería yo si, siendo lesbiana, no me disgustara la idea de que acabar casada con alguien sea del género que sea? ¿O si me declaro lesbiana pero en el pasado tuve una experiencia sexual con un chico? ¿O si me declarase lesbiana en lo sexual, pero en lo sentimental o erótico me atrajesen ambos sexos (o incluso un sexo no binario)?

Ah, amigx, aquí es donde vienen todos los problemas y nuestras clasificaciones no sirven ni para jugar a las chapas. Y es que los humanos somos bastante más complejos que los animales, y no sólo tenemos necesidades de reproducción, sino también afectivas, emocionales, sexuales y eróticas. Y no siempre van todas de la mano. Pero, ¿cómo puede ser? Pues porque no es lo mismo orientación sexual que preferencia sexual. La orientación sexual incluye un matiz de generalización (ej: si te declaras hombre heterosexual, te gustan las mujeres), mientras que la preferencia sexual puede ser "concordante" o "discordante" (ej: si te declaras hombre heterosexual y te atrae otro hombre). Es decir, una persona cuyas preferencias sexuales coinciden con su orientación sexual sería, por ejemplo, un hombre declarado homosexual que sostiene relaciones sexuales con personas del género masculino. Pero se pueden dar discordancias entre la preferencia sexual y la orientación sexual. Por ejemplo: una mujer declarada heterosexual [orientación sexual], que en un determinado momento en el tiempo (sea permanente o no) siente atracción sexual hacia una persona o personas del género femenino [preferencia sexual], pero que al haber sostenido en el pasado y sostener relaciones sexuales con personas del género masculino, prefiere ser llamada heterosexual [orientación sexual].

Tener interés en una persona del mismo sexo no significa necesariamente que alguien es gay; del mismo modo, tener interés en alguien del sexo opuesto no significa que la persona es hetero. Es más frecuente de lo que parece sentirse atraído por personas del sexo que no creíamos que nos gustaba. Sobre todo en la adolescencia (desde edades tempranas hasta la madurez de los veintipico) y en la adultez media (los cuarenta y eso). Algunas personas pueden ir más allá de solo pensar al respecto y tener experiencias sexuales con gente del mismo sexo o del sexo opuesto. Estas experiencias por sí solas no significan necesariamente que una persona sea gay o hetero.

Pero antes de explicar cómo puede ser esto, hagamos un punto y a parte. Me gustaría que si te hubieras perdido hasta aquí, releyeses lo escrito. Que si no toleraras lo que estoy diciendo, te marcharas y volvieses cuando estuvieses preparadx. Es importante tener una mente abierta, flexible, desestructurada. No te pongas límites a ti mismo, porque hay infinidad de cosas que se pueden hacer y lograr si abrimos nuestros ojos al mundo y a las cosas que están a nuestro alcance. Así que, simplemente, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas... gracias por haber llegado hasta aquí. Comprendo que es muy difícil pensar en estas posibilidades, ya que la orientación sexual ha sido dividida históricamente en tan sólo tres tipos de tendencia, siendo la heterosexualidad (atracción hacia personas del sexo opuesto), la homosexualidad (atracción hacia personas del mismo sexo) y la bisexualidad (atracción por igual hacia personas de ambos sexos) las opciones por autonomasia. Por suerte, otros tipos de orientación sexual empiezan a ser considerados hoy día, pero todavía mucha gente desconoce o no toma en serio otras opciones igual de válidas y reales (demisexualidad -la atracción sexual aparece sólo cuando se conoce a la persona, sin distinción de género-, pansexualidad -atracción sexual sin distinción de género-, fluid -atracción sexual que cambia con el tiempo- , asexualidad -inexistencia de atracción sexual-, etc).

Y POR FIN HE SOLTADO TODO EL ROLLO TÉCNICO. Imagínate ahora que tuviera que soltar toda esta parrafada cada vez que me preguntan por mi orientación sexual. Imagínate que lo hiciera y después de dos años, cuando hubiera terminado de explicar todos los detalles, la persona con la que estoy hablando me soltara "¿por qué no aceptas que eres bisexual/heteroconfusa y ya está?". Pues el facepalm es grande. Y por supuesto esto me ha pasado, y no ni una, ni dos, ni tres veces. Además no sólo me lo han preguntado personas heterosexuales, sino también homosexuales y bisexuales. Es un fastidio cuando le cuento a alguien cosas sobre mi vida íntima e inmediatamente quieren que me etiquete con una orientación sexual. Y escuchad: ojalá pudiera. Ojalá pudiera decir alegremente que soy heterosexual, bisexual, homosexual, pansexual o demisexual. Pero no puedo. No puedo porque no me sentiría yo misma, y mentiría si dijese que soy heterosexual, bisexual, homosexual, pansexual o demisexual. Desvirtuaría esas tendencias sexuales si dijera que formo parte de alguna de ellas, y no contribuiría a su visibilidad, sino que alimentaría la idea de que las personas que las abanderan están confusas y no saben lo que quieren.

Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que no tengo orientación sexual. Además creo que mucha gente que se etiqueta en realidad tampoco tiene una orientación sexual fija. Lo que me sucede es similar a lo que sucede con las personas de género no binario. Estas personas ni se sienten hombre, ni se sienten mujer, con lo cual pasan por distintas etapas hasta darse cuenta de que la respuesta es clara: no tienen género (primero se suelen preguntar si son homosexuales, tras lo cual sienten que están atrapados en un cuerpo que no les corresponde para, finalmente, darse cuenta de que realmente no se identifican con ningún género). Si quieres saber más sobre el tema recomiendo leer este artículo sobre Tyler Ford, una persona sin género. Las declaraciones que hace sobre sí mismx para el Guardian me han servido como inspiración para comenzar a escribir este artículo, ya que él pudo averiguar quién era gracias a las entradas en blogs de personas no binarias.

En ese artículo Tyler dice: «Dejé de preguntarme lo que significaba querer hacer ciertas cosas o buscar una determinada manera de ser y simplemente me dí permiso a mí mismo para seguir mis deseos sin analizarlos. En la entrada de mi diario del 13 de mayo de 2013 se puede leer: "Voy a averiguarlo algún día. Y entonces estaré confuso de nuevo algún día. Tal vez así es como va el ciclo"». Esta frase me ha impactado en el sentido de que fue lo que me sucedió a mí cuando me di cuenta de que no tenía orientación sexual. Estaba confundida antes, cuando creía que era hetero y me enamoré de una mujer, y estaba confundida más adelante, cuando me declaré bisexual pero no me sentía bien conmigo misma. Y a veces me confunde también no poder definirme, pero al menos no encasillarme me ha ayudado a sentirme mejor y a, en palabras de Tyler, "darme permiso a mí misma para seguir mis deseos sin analizarlos".

Sé que todo esto es mucha información y difícil de procesar para algunas personas, y es perfectamente normal. Muchas veces, después de tratar de explicarme y al ver que el receptor se siente incómodx aceptando la visión que tengo sobre mí misma, doy permiso para que esa persona me identifique como bisexual o pansexual, a pesar de que no me siento bien con ello. Siempre después de haberme explicado, y como última opción. Esto es porque no pretendo que se acepte mi percepción de la sexualidad como la única verdadera. Quiero que mis amigos y mi familia se sientan cómodos conmigo y no tengan que cambiar sus esquemas mentales si no están dispuestos a hacerlo, así que les concedo esa licencia a pesar de que estoy plenamente segura de que ni soy bisexual ni soy pansexual. Es mi eppur si muove, mi "y sin embargo, se mueve"; la hipotética frase en italiano que, según la tradición, Galileo Galilei habría pronunciado después de abjurar de la visión heliocéntrica del mundo ante el tribunal de la Santa Inquisición. Es mi "soy bisexual, y sin embargo, no lo soy".

«Looking at myself, I see love, resilience, strength and beauty. I smile, finally recognising my essence in my own reflection.» —Tyler Ford.

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ASDFGHJKLÑ. Quería hablaros de que la etiqueta con la que me siento más a gusto es la "queer" y de muchas más cosas, pero la entrada al final me ha quedado más larga que el número pi (joder, entre esto y lo de Galileo hoy estoy muy:
)

Total, que me reservo el por qué no soy bi y por qué "queer es bien" para la siguiente entrada. Por último decir que s
entía la imperiosa necesidad de "salir del armario y a la vez no salir" mediante el blog, porque me da la oportunidad de explicarme de verdad y de una vez.  Por eso gracias, muchísimas gracias por leer este post. Es muy importante para mí. Más que ningún otro.