9  pasos para convertirte en amigo/a de tu ex

"Pero podemos seguir siendo amigos". Chan, CHÁN, CHÁAAAAN. A todo el mundo le jode que le digan eso en medio de una ruptura, porque podría significar que mientras tú disfrutabas de vuestros paseos en tándem y repasabas el nombre que le pondríais a vuestros cuatro hijos (puedes ir de "qué dices, yo no hago eso, yo escucho death metal y soy muy macho", pero tú has puesto nombres a hijos imaginarios, yo he puesto nombres a hijos imaginarios y TODOS HEMOS PUESTO NOMBRES A HIJOS IMAGINARIOS), él o ella te veía solo como un amigo/a. O al menos así sucedió hacia el final de la relación.

Pero hoy y ahora, amigo o amiga (esto va con retintín), es el momento de pensar en positivo. Lo primero es lo primero: "podemos seguir viéndonos como amigos" suena mejor que "agradecería mucho que tú y tus teorías sobre True Detective os fuerais a tomar por culo de mi vida". Si tu ex ha optado por mantenerte como amigo/a, deja el tándem, agarra el monociclo, y ponte a pensar que quizá, después de todo, podéis durar más que un bailecito de twerking. Aunque sea "como amigos".

Sin embargo, nada es fácil en esta vida excepto la aparición de la celulitis, por lo que, si te estás planteando mantener la amistad con un/a ex, es necesario que conozcas ciertos patrones de repetición para que te prepares a ellos:

1. El divorcio digital.
Va a suceder antes o después, pero en vez de papeles en una mesa, te encontrarás con un "block" y algún que otro "puedes enviarle una petición de amistad a xxxx". O puede que todo esto se lo encuentre tu ex. Da igual como suceda, pero alguno de los dos debe hacerlo. Hay que erradicar los sentimientos y no ver o saber nada de la esa persona ayuda. Deja de seguir todas sus cuentas ya sea en Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp, Metroflog o Fulanito-Social. Si te preocupa herir sus sentimientos, avisa antes. Habla las cosas. Cuando volváis a ser amigos de nuevo fuera de internet os podéis volver a agregar. Pero hay que activar esta maniobra de autodefensa para no acabar en modo stalker-pasivo-agresivo-obsesivo. No hay necesidad de ver ese tuit de @PosiblementeEsSoloSuAmigx, no hay necesidad de enviar una Bat señal a tu alma gemela para que te saque de fiesta y acabe pagándote un taxi o limpiándote los mocos y el helado de forma simultánea porque se han confundido irremediablemente en tu boca. En serio, NO HAY NECESIDAD. Y esto no tiene por qué suceder siempre que cortes por lo sano.

2. Limpia el altar a tu ex.
Has estado evitando este momento vistiéndote a escondidas y cerrando los ojos porque si no lo ves no existe, peeeero después de algunas semanas es hora de quitar las fotos de tu ex del corcho de las lamentaciones. No digo que lo tires todo, puedes conservar algunas cosas. WARNING: al abrir el baúl de los recuerdos te vas a topar de frente con una ola de feels. Un torrente de emociones saldrá a la superficie cuando te veas frente a una bolsa de plástico llena de:

  • Ropa andrajosa que sólo te pusiste para dormir porque era ridículo usarla para otra cosa. Su dueño/a te la dio porque ya ni él/ella la encontraba uso.
  • Una piedrecilla/concha/rama de árbol/cacho césped que cogiste para recordar un momento que has olvidado.
  • Algo en forma de corazón. Siempre hay algo con forma de corazón.
  • Cartas, notitas, dibujos y dedicatorias que no hacías ni a tu madre cuando estabas en primaria.
  • Fotos y más fotos.
Es un asco, pero es algo necesario si quieres que lo vuestro se cierre. Ser breve y hacer planes con tus amigos inmediatamente después de la limpieza, ayuda mucho. Y si incluyen una botella de Larios, más.

3. El tiempo todo lo cura.
Llegar a ser amigo o amiga de alguien que TE APUÑALÓ EN EL CORAZÓN HASTA QUE SE DESANGRÓ Y DESPUÉS SE LO DIO DE COMER A UNA MANADA DE PERROS DE CAZA QUE ENVENENÓ Y METIÓ EN UNA CAJA QUE SE ENVIÓ A SU PROPIA DIRECCIÓN PARA DESPUÉS APLASTARLA CON UN MAZO puede llegar a ser algo complicado y necesitas tiempo para reducir todo este párrafo en "alguien con quien salías". Estoy hablando de un año más o menos; aunque depende del motivo de la ruptura, forma de ser de los contendientes, etc. Ver su nombre en la parte superior de la pantalla y no ponerse tan nervioso/a que podrías vomitar es una buena señal y probablemente significa que estás preparado/a para dar el siguiente paso:

4. Salir con un montón de gente horrible.
Salir con otras personas es sin lugar a dudas la PEOR parte de una ruptura. Tienes que besar a muchas ranas para encontrar a tu príncipe o a tu princesa, y sólo después de unas cuantas vas a darte cuenta de que ése miembro de la realeza eres tú mismo. Demasiado tarde, porque para entonces ya te habrán salido cuatro herpes.

5. Pensar en tu ex como mortal.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué tu ex ya no es ese ente perfecto de querubinadas mejillas y cuerpo herculíneo? De repente lo recuerdas como una persona corriente, con sus fallos y defectos, y ya no te ves como el único culpable del tremebundo final. Significa que el enamoramiento post-ruptura (esto existe realmente y tiene un término científico que no recuerdo) está tocando a su fin. Empieza a pensar en si realmente echas de menos a tu ex o lo que añoras es no estar solo o sola. Para dar respuesta a la pregunta deberás pensar detenidamente qué es exactamente lo que echas de menos de esa persona: ¿Tener conversaciones estúpidas por chat a cerca de salchichas y memes de Juego de Tronos? ¿Debatir si la fama de Nirvana resistirá el paso del tiempo? ¿Extrañas más la amistad o el romance? Si las cosas que echas de menos no tienen nada que ver con lo romántico, entonces estás listo (me he cansado de hacer desdoblamientos de género, pero no me quitéis el carnet de feminista, porfi) para sumergirte en la friendzone de tu ex.

6. Retomar el contacto.

Hasta ahora y en lo que se refiere a tu ex, mantenías activo un protocolo de seguridad más efectivo que si se hubiera tratado de no ponerse en contacto con un enfermo de malaria. Es hora de comprobar el resultado y de escribirle un mensaje corto a esa persona. Comparte con ella un test de Buzzfeed para saber si eres más inteligente que Justin Bieber o ese vídeo del gato bailando dubstep. Si después de un par de líneas acabáis charlando sobre lo mucho que le gustaría que Will Smith le adoptara o sobre el cambio de sexo del padre de las Kardashian, tienes un pié en la zona de confort, ¡enhorabuena!

Resiste la tentación de marcarte un "oh, pues yo voy a asistir sola a la boda de mi hermana, empecé un blog de comida aunque sólo publiqué una vez y fue para criticar a alguien y, ah, mi última afición es hacerle trajecitos de calceta a mi gato". Si mantienes una relación amorosa con Netflix, no lo menciones nunca. En serio, NUNCA. Tampoco confieses que desde su marcha has tenido la peor suerte del mundo con tus citas, y sobre todo no hables de aquella tía rara con la que saliste (la que pintaba cuadros con vaginas). Simplemente, disfruta de una interacción sin drama alguno y después pilla chuches para celebrar lo maduro que eres.

7. Asegúrate de que lo has superado.
Después de salir a tomar unas cañas, ¿eres capaz de mirar a tu ex sin sentir la más mínima atracción? ¿Os veis como hermanos o como al ex-amor que jamás olvidarás? ¿Qué te parece la idea de besaros? ¿Tu mente es un gif de LET ME LOVE YOU (x) (x) en continua repetición? Si es que no, entonces, genial, porque superar a alguien es uno de los mejores sentimientos del mundo. Ahora sí, coño, AHORA SÍ. CHU-CHES.

8. La táctica del no-vampiro.
Ahora que tenéis luz verde para intentar convertiros en "los únicos exs que conozco que se llevan bien" de alguien, es importante que hagáis exactamente lo contrario de lo que hacen los vampiros. Esto es: 1. Reunirse durante el día (la noche nos confunde); 2. Comer cosas con ajo y picante durante el almuerzo (cero probabilidades de beso); 3. No mirarse al espejo (no te arregles para tu ex, se supone que ya tienes bien superada la fase "se va a enterar de lo que se ha perdido el/la gilipollas"), etc. 4. Evita tomar bloody-marys (lo mejor no salir a tomar unas copas al principio, ya que no quieres emborracharte y echarlo todo a perder) y esquiva los lugares que solíais frecuentar como pareja. Mientras tu aliento apeste a ajo aprovecha para hablar de todos los chicos o chicas con los que has estado saliendo. Y deja hablar a la otra persona también.

9. Tratar bien a la nueva o al nuevo tú.
Has llegado a un punto de colegueo importante, y tu ex te presenta a su nueva pareja. A tu sustituto. A tu yo 2.0. A la PRUEBA DE FUEGO. ¿Y tú qué vas a hacer? La táctica de los pingüinos de Madagascar: "sonreír y saludar". No te olvides de la enhorabuena y, por favor, no menciones delante de la nueva pareja de tu ex que bailabas mambo horizontal con su actual novio/a. Eso no es bonito. Lo que debes hacer es alegrarte de que la persona que formó parte de tu vida, pueda ahora rehacer la suya y ser feliz. Y si lo consigues... ¡DING, DING, DING, DING! ¡Enhorabuena, has ganado un nuevo mejor amigo! ¡Tu ex! Ahora es turno de volver a casa con ese novio o novia supersesi que adora escuchar tus teorías sobre True Detective y pasear contigo en tándem.