Amnesia



[3]




Sujeto dos.
Salgo de la bañera. Me veo reflejado en un espejo. Vaya pintas. Soy castaño, nariz pequeña, cejas despeinadas, ojos achinados, marrones. Demasiado común. Abro la boca, lentamente. Paletos un poco separados. Genial. Bajo la vista. Cuerpo normalucho, no demasiado musculoso. Creo que soy alto, aunque no estoy seguro. ¡Pum! Oigo un ruido fuera. No estoy solo. Busco algo para defenderme. Esto bastará: unas pequeñas tijeras oxidadas. Creo que son para cortarse las uñas de los pies. Algo que no me vendría muy mal. La puerta del baño está abierta. Salgo. ¿Hay alguien ahí? Un pasillo. Puertas a mi derecha, puertas a mi izquierda y, sí, puertas delante de mí. Creo que esto me resulta familiar… No estoy seguro. ¿Hola? Insisto, ¿hay alguien? Una puerta chirría a mi derecha. Sale un chico. Desnudo.  Le apunto con las tijeras. ¿Quién eres? Buenos días, dormilón.

Sujeto tres.
Hay que abrir la puerta, como sea. Mi compañero de habitación (el consciente) no para de abalanzarse contra ella. Sin éxito. Si sigue así se hará daño. Pero allá él. Me he anudado la toalla bien fuerte, a modo de vestido. Me subo al retrete. ¿Qué haces? Oigo tras de mí. Lo ignoro. Extiendo mis brazos hacia la barra metálica que sujeta las cortinas del baño. La descuelgo. Ten. No puedo evitar mirar dentro de la bañera. Ese brazo colgando... era un chico. También aparentaba unos 19 o 20. ¿Y qué hacemos con él? Pregunto. Esperar, si le sobresaltamos se asustará y es posible que nos ataque. Si tú lo dices. Ambos sujetamos la barra. Sincronización. Un, dos, tres. Golpe. Un, dos, tres. Golpe. Una vez más. Un, dos, tres. El cristal de la puerta se resquebraja. Un pedazo cae al suelo. Meto mi pequeña mano por el agujero. Consigo abrir la puerta por fuera. ¡Auh! Me he cortado. Mierda.

Sujeto uno.
Buena idea. A veces soy tan bruto que me olvido de pensar. Y actúo. Me creo el jefe de la manada. Instinto animal, creo que lo llaman. Salimos al pasillo. Silencio. Puertas. No se ve el final. Ni el principio. La oscuridad los oculta. Vamos, digo. Amnesia me coge la mano. Se hace la dura pero está asustada. Un momento. Su mano… Está húmeda. Roja. ¿Cómo...? Pregunto. Me he cortado. Espera aquí, ordeno. Me pareció ver un botiquín en el baño. Lo abro. Está lleno de pastillas. No me detengo a mirar más, localizo unas vendas un poco mugrientas y se las coloco alrededor de la muñeca.
Ya está. Sigamos. Probamos con la primera puerta a la derecha. Se abre. Y entramos… Interior dormitorio. Y vuelta a empezar…


Aclaración:
Sujeto 1. es el chico que despierta primero, Sujeto 2. es el que despierta solo y Suejto 3. es la joven (o Amnesia).
Para cualquier duda, sugerencia u opinión mandadme un e-mail y estaré encantada de atenderos.

Amnesia

[2]




Sujeto uno.
Alcanzo una toalla tirada en el suelo. Tiro de la tela, pero parece enganchada con algo. O alguien. Los muslos de la chica descansan sobre mi toalla. Es realmente bonita. Resbalo la mirada por su cuerpo. Sí, muy bonita. Aunque un poco flacucha. Piel nívea. Se cubre los pechos con un brazo. Se me ocurre apartárselo… No. La retiro las piernas con cuidado. Está fría. Por fin cojo la tela y después de secarme me la anudo a la cintura. Aunque quizás sea mejor… Suelto la toalla.

 Sujeto tres.
Sostengo la tela húmeda sobre mi cuerpo. El chico me mira desde arriba, en silencio. Le pregunto quién es. Segundos. Parece que ni si quiera recuerda su nombre. Me pregunta el mío. Es Amnesia..., murmuro. ¿Amnesia? ¿Ese es tu nombre? Exclama extrañado. No, respondo, que tenemos amnesia. Idiota. Se reclina confuso. Su rostro muestra preocupación, seguramente esté pensando en cómo ha llegado hasta aquí. Es moreno, ojos claros, cuerpo… Es guapo sí, pero no es mi tipo. Parece que no le importe estar desnudo. Es más, parece sentirse orgulloso de estarlo. Vaya tiparraco. 


Sujeto uno.
Amnesia. La chica tiene razón. Decidimos hablar, para ver si tenemos algo en común. Nos damos cuenta de que sólo sabemos lo esencial:
       1. Hablamos la misma lengua, francés.
       2. Los dos hemos perdido nuestra ropa. Perdón, los tres.
       3. No recordamos nada. Ni nuestra edad, ni si tenemos familia, aficiones, nombre… Nada.

Hemos intentado abrir la puerta pero el pomo está atrancado. Pánico. ¿Nos han encerrado?

Amnesia



[1]





Sujeto uno.
Interior WC. Mediodía. Despierto. Tengo un pie lleno de pelos a dos centímetros de mi cara. Lo aparto con cara de asco. Estoy desnudo en una bañera llena de agua, con restos de confeti pegados al cuerpo y marcas de una juerga desenfrenada. Él también.  Me asusto de lo que haya podido pasar. Hay una chica, también desnuda, tirada en el suelo. Duerme con la cabeza apoyada en el retrete. Se me quita un poco el susto: Siempre he querido hacer un trío. No recuerdo como he llegado aquí.

Sujeto dos.
Interior WC. Mediodía. Despierto. Estoy solo y desnudo en una bañera llena de agua. No hay nadie más en el cuarto. Me asusto de lo que haya podido pasar. No recuerdo como he llegado aquí. ¡Qué malas son las drogas!

Sujeto tres.
Interior WC. Mediodía. Despierta. Cuello dolorido y frío. Creo que es porque he dormido apoyada en el váter. Me incorporo al tiempo que intento despejarme. No recuerdo como he llegado aquí. Hay alguien más en el baño. Veo un brazo colgando del interior de la bañera, y gotitas resbalándole hasta caer en el suelo. Pero hay alguien más. A mi izquierda. Pies descalzos y un frusfrús de algodón. Algo suave, una tela, cae sobre mí. Levanto la vista. Es un chico de unos 19. Me alegro. A lo mejor él sabe que hacemos aquí.




Este es un nuevo proyecto, constará de más o menos 20 micros (cifra variable hacia arriba y hacia abajo).
Y de regalo esto.